Desde 1986, los científicos de NESCAFÉ® en Tours, Francia, comenzaron a investigar la ciencia de las plantas de café Arábica y Robusta. Durante varios décadas, los investigadores llevaron a cabo pruebas en fincas experimentales locales en diferentes partes del mundo para evaluar el rendimiento de las variedades de plantas con mejores resultados en condiciones reales.
Con un 50% más de rendimiento por árbol, las variedades seleccionadas pueden ayudar a reducir la huella de CO2e (equivalente de dióxido de carbono) de los granos de café verde hasta un 30%, porque se produce más café utilizando la misma cantidad de tierra, fertilizante y energía, reduciendo la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero generadas por unidad de producto.
Desde 2010, NESCAFÉ® ha distribuido más de 290 millones de plantones de café a agricultores de café y continúa distribuyendo millones de plantones cada año. Además de ayudar a los agricultores a mejorar la productividad y renovar sus cafetos con variedades mejoradas, los plantones también ayudan a los agricultores a utilizar mejor su tierra.
En Colombia, entre 2010 y 2012, el cambio climático y el aumento de temperaturas hicieron que los cafetos fueran vulnerables a la enfermedad de la roya de las hojas. Ante decisiones difíciles y la posibilidad de despejar bosques nativos para plantar más café, los agricultores, con el apoyo de NESCAFÉ®, evitaron tomar medidas drásticas renovando sus fincas con plantones de café resistentes a enfermedades.
No todas las fincas de café son iguales. NESCAFÉ® colabora estrechamente con los agricultores para conocer de cerca los desafíos que enfrentan en su región. La altura de ciertos árboles de café, que pueden alcanzar entre dos y tres metros, representa un desafío en términos de cuidado y cosecha.
En Tezonapa, Veracruz, México, los agrónomos de NESCAFÉ® ayudaron a mejorar los rendimientos al suministrar cafetos más pequeños. Donde podían caber de 600 a 700 plantas en por hectárea, ahora los agricultores podían acomodar de 1,200 a 1,300, prácticamente duplicando la producción en la misma tierra. Además, donde las plantas más antiguas tardaban hasta tres años en producir, las plantas más nuevas comenzaron a producir después de solo un año.