En Oriente Próximo, Arabia y el norte de África, el café (o Qahwa), se ha empleado frecuentemente para acordar matrimonios, cerrar contratos y discernir disputas sangrientas, o incluso como ofrenda de paz para acabar un conflicto. En algunas partes de Oriente Próximo, el café árabe se usa para dar la bienvenida. Se dice que si un invitado rechaza este ofrecimiento al entrar en casa de alguien, es porque está a punto de pedir algo muy personal, como perdón o permiso. Si se acepta, el café Qahwa se disfruta como una celebración.
En muchas culturas árabes, beber café es un motivo para reunirse y hablar de novedades e intereses mutuos. En la mayoría de hogares tradicionales, el cabeza de familia es quien toma el primer sorbo de Qahwa para garantizar que es lo suficientemente bueno para que el resto de la familia lo beba. Hay un término que se utiliza cuando el sabor del Qahwa no es del todo satisfactorio y, por tanto, podría dañar la reputación del cabeza de familia, si se sirve a otras personas. Se conoce como «Finjan al hail». Hasta hoy, el café árabe sigue inspirando a la gente de Arabia, Oriente Próximo y Norte América para crear música, poesía y arte.
La historia del café árabe
Según una leyenda apócrifa, el café se descubrió en Yemen hace mil años. La historia comienza con un pastor llamado Ali, que descubrió que cuando sus cabras tomaban el fruto de cierto arbusto, sus niveles de energía aumentaban. Llevó el arbusto a un monasterio y utilizó las bayas para mantenerse despierto durante sus largas horas de meditación. El resto de monjes consideraron el arbusto como un sedante y, por ello, lo echaron al fuego para quemarlo.
Por lo general, el café árabe se hace principalmente con granos de arábica. La razón es, sobre todo, geográfica, además de deberse al suministro de los mercados. Hay mucho café árabe o turco en el mercado de los cuales se desconoce su origen. Sin embargo, algunas mezclas de café árabe contienen una combinación de granos tanto de arábica como de robusta.
Métodos de elaboración del café árabe
Hay varios métodos de preparación en el mundo, pero la mayoría de países árabes usan uno de los dos métodos. La mayoría del café árabe se sirve solo o con una pizca de cardamomo. Los granos de café se tuestan mucho o ligeramente antes de que se añada el cardamomo. El café se tuesta tradicionalmente en casa, para después molerse, elaborarse y servirse a los invitados. El café se sirve con frutos secos, nueces o frutas confitadas para suavizar su gusto amargo. Para servir el café árabe recién hecho se usa una olla llamada «Dallah», y la bebida se vierte en pequeñas tazas sin asa. La cantidad de café suele cubrir la parte inferior de la taza.
Tal y como adelantábamos, el café Qahwa es el más popular en la cultura cafetera árabe, y se elabora con granos de café verde y cardamomo. De hecho, es tan importante en los valores tradicionales de los países árabes que también es la bebida protagonista en bodas y otras celebraciones. También se consume a la hora de romper el ayuno durante el Ramadán.
Para aprovechar al máximo el café Qahwa, el agua debe llevarse a ebullición en una cacerola. Después, se añade el café cuando el agua haya alcanzado su punto. Tras 10 minutos de ebullición, añade los trozos de cardamomo y remueve durante 5 minutos aproximadamente. Apaga el fuego y cubre la cacerola para que los granos de café se asienten. Déjalos reposar durante un minuto, y no remuevas. En este punto, se añade el azafrán. Cuela el café y viértelo mientras esté caliente en tu taza favorita, o en una tetera. Y ya tendrías tu café Qahwa listo.
Si tienes pensado visitar Oriente Próximo, te vendrá bien saber cómo pedir un café Qahwa. Hay diferentes formas de hacerlo:
El café arábica es mucho más que una bebida importante en la cultura árabe, es toda una forma de vida que une a las personas. El enorme respeto que el mundo árabe siente por la elaboración tradicional y los métodos de elaboración es realmente inspirador. Haz que tu próximo viaje sea mucho más interesante sumergiéndote en los valores tradicionales, los métodos de elaboración y la delicia que supone el café árabe. Próxima parada, descubrir la cultura cafetera de Malasia.