Aunque el flat white y el latte son bebidas hechas con espresso, en realidad son bastante diferentes. Lo más apreciable es el tamaño. El tamaño ideal para servir un flat white es una taza tipo tulipa de 160-165 ml, mucho más pequeña que la taza que se suele utilizar para el café con leche y el cappuccino. Esto afecta al ratio de café frente a leche, lo que naturalmente afecta al sabor. Dado que el flat white es una bebida más compacta, el ratio de café frente a leche es mucho mayor que en un latte. El espresso de un flat white sabe más fuerte que el de un latte, aunque se utilice la misma cantidad. Los latte simplemente diluyen más el espresso.
A la hora de decantarte entre un flat white o un latte, ¿cuál prefieres? Si el latte tiene un lugar especial en tu corazón, prueba Nescafé
® GOLD Latte.