Durante sus estudios de temas agrícolas en la escuela secundaria, César se unió a la iniciativa juvenil para aprovechar la oportunidad. Desde su juventud, César ha tenido el sueño de quién podría llegar a ser y las metas que podría alcanzar en su vida. En Comayagua, César descubrió que su futuro estaba en la producción de café. No dudó en tomar la oportunidad que se le presentó.
El programa de capacitación de 80 horas se imparte en los Centros de Competencia en Calidad del Café, como el de la municipalidad de La Libertad, y también de forma remota, con el objetivo de enseñar conocimientos sobre el café y el emprendimiento. Un vivero en el lugar y un secador solar permiten lecciones prácticas sobre el cultivo y la cosecha. Los estudiantes tienen la oportunidad de aprender sobre las características del café, los diferentes métodos de extracción, el proceso de tostado, la molienda y la degustación en una zona específica de preparación designada para ello.
Un enfoque integral para la agricultura hace que los estudiantes aprendan a dirigir un negocio moderno. Los estudiantes también reciben formación en habilidades técnicas y empresariales, incluyendo ingeniería, mejora de la calidad del café y tecnología de la información, para complementar su aprendizaje en prácticas agrícolas.
César destaca que uno de los módulos que más le gustó del programa de formación en agricultura fue aquel que enseñaba sobre la importancia de la motivación y la perseverancia en el emprendimiento. César comenta que el módulo sobre motivación y perseverancia fue muy significativo para ellos, ya que les ayudó a manejar el estrés de equilibrar la vida familiar y escolar. Tuvimos excelentes charlas sobre liderazgo, innovación y emprendimiento. Fue increíble sentir el apoyo de personas que no pedían nada a cambio.
Después de la implementación de esta iniciativa, los agricultores de la nueva generación muestran un compromiso sólido con el legado de sus ancestros en la tierra. "La mayoría de nosotros venimos de familias productoras de café, pero el desafío es que heredamos tierras junto con otros nietos, hijos y primos", dice César. "Existe una falta de capacitación tanto teórica como práctica en la gestión de fincas. Dejamos que las personas mayores se preocupen por ello, y la producción ha disminuido. La generación más joven considera el café como algo obsoleto. Gracias al programa, tengo una visión diferente de lo que quiero para mi finca." Los aprendizajes colectivos compartidos entre los programas de capacitación juvenil en café aceleran y expanden los programas iniciados por el Plan NESCAFÉ® en países como México y Colombia. César expresa: "Considero mi futuro en el café más allá de los beneficios económicos que pueda obtener". "Es una cultura, un patrimonio, una herencia y nuestra familia. Siempre formará parte de mí y de nuestra comunidad. La diferencia es que no siento que tenga que estar limitado por la tradición".
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