Tomar café se ha convertido en un ritual que forma parte de nuestra cultura, un momento preciso para crear conexión con la persona que disfruta con nosotros de una buena taza.
Encontramos en el mercado un sinfín de tipos de café para diferentes preparaciones y experiencias únicas de sabor. Hoy, hablaremos del café soluble, su origen, extracción y tipos de preparación.
NESCAFÉ® lo popularizó en el siglo XX, pero la técnica de fabricación se difundió un siglo antes. El consumo de este tipo de café incrementó a través de los años y gracias al avance de los procesos de refinación que también posicionaron a la marca como productora, hasta convertirse hoy en uno de las preferidas por las familias a nivel mundial.
El café soluble, también llamado instantáneo, se caracterizada por una presentación granulada o en polvo, producida tras retirar el agua del extracto de café. Al mantenerlo en condiciones de temperatura óptimas puede guardar la calidad durante mucho tiempo, lo que permite seguir disfrutando de la bebida sin problema y un plus muy importante es el beneficio que brinda al usuario de la practicidad en la preparación.
Convertir los granos de café en pequeñas partículas no es tarea fácil. En primer lugar, se tuestan, se muelen y se elabora una infusión de café antes de empezar su trayectoria para conseguir café soluble y, al final, lo que lo convierte en instantáneo es el momento en que el agua se elimina de la infusión, obteniendo los cristales de café deshidratados.
Aunque hasta el momento suena como un proceso sencillo, la sorpresa para los consumidores es que esta última parte, donde se busca deshidratar el café, se puede realizar de dos formas: por pulverización, o bien por liofilización, tal como describen los expertos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
Este es el proceso más antiguo y aquí el protagonista es el calor. Entonces, teniendo la mezcla de café con agua, se filtra durante varios ciclos para luego pasarlo por una corriente de aire caliente y seco, donde se elimina la humedad del café. El resultado será un producto en forma gruesa e irregular.
Consiste en deshidratar el café a través de su congelación, lo que exige una tecnología y procedimientos mucho más completos que la pulverización. Así, una vez filtrada la mezcla de café y agua, se refrigera al vacío, aproximadamente a 40 o 50 grados bajo cero, lo que hará que concentre mucho más el sabor, aroma y demás atributos de su grano.
Luego, se envía a secado para retirar el hielo y tomar los gránulos de café instantáneo o, también se puede encontrar en estado líquido concentrado. Todo esto hace que el proceso sea mucho más costoso, pero dé como resultado mucha más calidad de producto.
Preparar café, aunque sea instantáneo, tiene su ciencia. No es complicado, tampoco imposible, pero aquí te daremos algunos truquitos para conseguir una taza deliciosa y de calidad.
En el mercado existen muchos tipos de cafés, por eso es primordial elegir un café que se adapte a tus gustos, pero, sobre todo, que sea de muy buena calidad y esto puede evidenciarse en su proceso de producción, pues de allí depende que conserve la forma, el sabor y aroma intactos.
Como recomendación, te aseguramos que NESCAFÉ®Gold es tu mejor opción. Este producto se destaca por el deleite que le da al paladar que lo prueba, pues su proceso de preparación es bien especial.
Se trata de un café soluble, de tueste natural y liofilizado, cuidadosamente molido para hacerlo no solamente 10 veces más fino que los demás, sino también para enaltecer su sabor, lo que lo hace único en el mercado.
Conoce aquí las características de NESCAFÉ® Gold.
Esto le dará un toque especial a la hora de tomar tu café, siempre se disfruta mucho más si disfrutas el ambiente y la experiencia. Te recomendamos una taza alargada para que la espuma y cremosidad se distingan mucho más.
El café tradicional lo es todo, pero estar dispuesto a probar cosas nuevas es muy importante para no perdernos el deleite de cosas deliciosas. Puedes probar con cosas sencillas, como añadir cacao o canela, ya sea en astilla o en polvo, esto desbloqueará nuevos niveles de sabor. O, más adelante arriésgate a preparar una deliciosa receta a base de café soluble, ¡no te arrepentirás!
Inicia poniendo el café en la taza (colocarlo de primeras garantiza poder beberlo en la temperatura adecuada), después vierte un poquito de agua, únicamente para humedecerlo, dale 30 segundos para reposar, este tiempo permitirá que los granos suelten todo su sabor y aroma.
Luego, podrás agregar el resto del líquido muy lentamente, además intenta hacerlo de forma circular, moviéndote alrededor de la taza y no en un solo punto. Puedes mezclar con una cuchara muy suavemente.
Muchos se preguntan, ¿cuánto café y cuánta agua se necesita para preparar una taza adecuadamente? Pues, esto dependerá de los gustos de cada quien, sin embargo, los expertos hacen algunas recomendaciones por cada gramo de café, se agregan 15 ml de agua.
De la misma forma se interpreta la proporción 1:20 lo que significa que por cada gramo de café se agregan 5 gramos más de agua en comparación con la anterior proporción. En sabor esto se traduce en un café más diluido o menos fuerte.
Disfruta tu café instantáneo de una nueva manera con NESCAFÉ®, encuentra aquí las mejores recetas.
Ahora que conoces de dónde proviene el café soluble y algunos trucos útiles para prepararlo, esperamos que puedas disfrutar de una taza inolvidable junto a tus seres queridos y conservar esa tradición que nos ha acompañado por tantas generaciones.
Fuentes:
https://www.cenicafe.org/es/publications/arc051%2804%29296-305.pdf
https://latiendadelcafe.co/blogs/cafe-colombiano/diferencia-entre-cafe-instantaneo-y-cafe-molido
https://www.cenicafe.org/es/publications/arc051%2804%29296-305.pdf