El café negro es una bebida exquisita que se aprecia por su sabor intenso y concentrando ya que, gracias a su proceso de preparación, podemos disfrutar de sus características únicas que quedan muy bien conservadas en una sola taza. Tradicionalmente se bebe sin otros ingredientes añadidos más que el grano molido y el agua caliente, sin embargo, cada persona los disfruta en sus diferentes variaciones.
¿Qué caracteriza al café negro?
Etiqueta P: Esta bebida se destaca por su sabor y aroma fuertes y condensados. Se debe a su preparación paciente y meticulosa, pues para liberar todas sus calidades puede tardar unos tres o cuatro minutos en estar listo, ya que el café negro se obtiene por filtración. Es un método en el que el agua corre naturalmente a través del grano molido, contrario a lo que sucede cuando se elabora un espresso, en el que se requiere presión.
Etiqueta P: A la hora de prepararlo se tiene en cuenta que el filtrado es una técnica muy antigua. De hecho, se le considera como una de las primeras formas de extraer el café desde que se empezó a aprovechar su fruto.
Etiqueta P: Por ende, existe una infinidad de utensilios y sistemas para obtener el café de forma artesanal o manual, que pueden darle toques diferentes al resultado final. La utilización de un grano de calidad es esencial para cualquier elaboración, en este caso se suele usar el producto recién molido para garantizar una bebida fresca, con un aroma y sabor potentes.
Etiqueta P: En lo que se refiere al agua, esta se agrega a punto de ebullición, pues mientras gotea, transcurre un buen tiempo en el que la temperatura de la bebida disminuye, lo que es esencial, ya que, si se vierte muy caliente, puede generar que el café adquiera unas notas amargas no tan agradables.